“Cuando muera, le contaré todo a Dios”, fueron las palabras de un niño antes de morir.



La inocencia que existe en el corazón de los niños es algo sorprendente. Los padres en determinadas ocasiones no comprenden los pensamientos de los niños y que estos realizan determinados actos sin darse cuenta de lo que se produce.


Los niños tienen derechos que nadie puede quitarle. Entre los principales: educación, recreación, etc. Son tantas las personas que realizan tantos abusos infantiles, que los ofenden y maltratan y los mismos con un corazón tan hermoso y limpio.

A diario nos encontramos con tantos casos, donde los principales implicados o más bien perjudicado son los niños; aunque sean los padres que hayan cometidos sus errores.

Debemos de pedir a Dios a diario por todas las cosas que pasan, para que el tome el control de nuestras vidas y la de los demás, para que en el mundo reine la paz entre los seres humanos y que las personas aprendan a llevarse bien, a no hacerles daño a los demás.


A nivel mundial vemos como son muchos los padres que no tratan a sus pequeños como se debería, no le proporcionan la educación, alimentación que los mismos requieren, muchas de estas veces se debe a la falta de recursos de las mismas familias; pero en el caso que se habla de maltrato infantil se debe en muchas ocasiones en que los padres Vivian esas mismas costumbres desde pequeños y ahora se rigen de un patrón. Lo mismo que a ellos le sucedía, ahora eso mismo pueden hacer con sus hijos.